martes, 10 de febrero de 2009

Blues: entre el barro del Mississippi y la electricidad de Chicago

Cuando los bluesmen del sur de los EE.UU. comenzaron a emigrar a las ciudades industrializadas del norte hacia 1940, en busca de mejores oportunidades de vida, pocos habrían imaginado las consecuencias que este movimiento social tendría para la música contemporánea. Para los rústicos agricultores negros la vida urbana debe haber resultado apabullante y ruidosa de una forma que hoy nos costaría entender, en nuestros tiempos de globalización (igualmente apabullante y ruidosa). Los bluesmen llevaban consigo sus guitarras acústicas y en el bullicio de Chicago o Detroit no debía ser fácli para ellos hacerse escuchar. Pero pronto descubrieron un nuevo y poderoso aliado en la electricidad y en los recientes "amplificadores para guitarra". Por aquella época, Charlie Christian y T-Bone Walker, sin duda dos de los guitarristas más refinados e influyentes de todos los tiempos, ya habían comenzado a desarrollar un nuevo lenguaje para el instrumento, inspirado sobre todo en los fraseos de los saxofonistas y/o trompetistas de jazz. Otros músicos no estaban tan dotados como ellos, así que sencillamente optaron por trasladar su elemental estilo a la guitarra eléctrica. El resultado fue una música como jamás antes el mundo había escuchado: áspera, rechinante, probablemente la primera muestra de lo que luego se llamaría "música industrial". Pero al mismo tiempo, el blues del Mississippi, ahora amplificado y rugiente, transmitía una simplicidad y una honestidad brutal, sin el refinamiento de los intérpretes más hábiles, más "técnicos". De esos bluesmen de esilo crudo y elemental, armados ahora con guitarras eléctricas, quizás el más crudo y directo de todos haya sido Theodore Roosevelt Taylor, conocido como "Hound Dog".





HOUND DOG TAYLOR - LIVE PERFORMANCE:




Es famosa la historia de cómo un por entonces joven aficionado al blues llamado Bruce Iglauer había intentado infructuosamente que algún sello discográfico "importante" grabara y editara la música de Hound Dog Taylor y sus Houserockers. Finalmente, dada la inutilidad de sus esfuerzos, Iglauer decidió hacerse cargo él mismo de la tarea y fundó así Alligator Records, hoy día el sello discográfico dedicado al blues más importante del mundo. Todo por la fascinación que la música de H.D. ejerció sobre él.

No es para menos. En este clip - que lamentablemente carece de toda informacción adicional - vemos a Hound Dog y su banda (Brewer Phillips en la segunda guitarra y Ted Harvey en la batería) literalmente "sacudiendo la casa" ("rockin' the house"). Probablemente, algunos se sorprendan al darse cuenta que la interpretación de blues rabioso sin bajo no fue un invento de Jon Spencer o de los White Stripes. Más sorprendente aún es comprobar el manejo del "slide" que mostraba Hound Dog - "slide" que sostenía entre el meñique y su famoso "sexto dedo", una malformación de su mano izquierda por la que se haría conocido. No sabemos si este "dedo" adicional tuvo realmente algo que ver con su estilo (a la manera de lo que le sucedió a Django Reinhardt por razones opuestas: con dos dedos de su mano izquierda inutilizados, se vio forzado a emplear únicamente los dos restantes, sin contar el pulgar.) Sorprende también la energía que transmite este trío de sonido tan despojado, muy lejos del estilo "llorón" (dicho sea sin ninguna connotación despectiva) de muchos bluesmen del Mississippi. Los músicos negros norteamericanos comenzaban a desarrollar su propia "voz eléctrica", una voz que al otro lado del Atlántico, en la brumosa y olvidada Inglaterra encontraría un eco inesperado que cambiaría una vez más el rumbo de la música.




CLARENCE "GATEMOUTH" BROWN - LIVE FROM AUSTIN, TEXAS:






Por su parte, el sheriff Clarence "Gatemouth" Brown detestaba que lo catalogaran como un "bluesman", a pesar de ser uno de los músicos mejor dotados del género. Pero Brown consideraba, con razón, que su música cubría una gama de estilos que iba mucho más allá del blues; teniendo a éste como un elemento más dentro de lo que hacía, junto al jazz y la música "cajun" de Louisiana (Brown era además un sólido intérprete de violín y un notable "songwriter"). En este clip se aprecia su particular estilo "fingerpicking", es decir, la guitarra eléctrica tocada con los dedos, sin púa. Brown debe haber dejado más de una vez la piel, cuando no sus uñas, al "atacar" al instrumento de esta forma.

En una entrevista publicada en "Guitar Player" en 1994, Brown se mostraba como un individuo a veces brusco, pero de una rectitud y sinceridad a toda prueba, con convicciones firmes acerca de la música y de la vida - convicciones muy alejadas del estereotipo del bluesman habitual.

Dos valiosos ejemplos de "bluesemen" (con perdón de Mr. Brown), cada uno con su estilo particular - y quizás opuestos - que indudablemente vale la pena conocer.